viernes, 21 de octubre de 2011

si y no del movimiento 15-M

¿Tienen razón al manifestarse?

A FAVOR. Los indignados que previsiblemente se manifestarán este sábado en más de 800 ciudades de 70 países tienen razón porque les han estafado.
EN CONTRA. Los indignados no tienen razón porque, mientras atacan a los estafadores, siguen creyendo en la estafa.


Críticas centradas en las corporaciones

A FAVOR. Los indignados tienen razón al protestar contra corporaciones que se lo han llevado calentito e instituciones financieras a las que ha habido que salvar de la ruina por una pésima gestión y usan parte del dinero de todos para seguir repartiendo bonus escandalosos. Algo no acaba de cuadrar cuando General Electric genera unos beneficios antes de impuestos de 10.300 millones de dólares y no paga un duro en impuestos. Algo no funciona como debe cuando Exxon Mobil informa en 2009 de unos beneficios récord de 45.200 millones de dólares y no suelta ni uno solo a Hacienda. Algo va mal cuando, en la peor crisis económica desde la Gran Depresión, la fortuna personal de la élite económica aumenta un 3.669 por ciento.
EN CONTRA. Los indignados no tienen razón cuando centran sus críticas en las 'corporaciones' -así, en general- y no sólo eluden criticar a la mayor, más rica y más peligrosa de todas -el Estado-, sino que de hecho claman por aumentar sus poderes sobre nuestras vidas. Pero, como afirma Sheldon Richman, “Wall Street no pudo haberlo hecho solo”. Es una obviedad que nadie contrató hipotecas a punta de pistola, que Goldman Sachs no tiene tanques y que General Motors carece de policía. Por otra parte, como demuestra la crisis de deuda que vivimos, el Estado lleva décadas viviendo de prestado y prometiendo mucho más de lo que puede cumplir, hundiendo de paso la capacidad productiva de sus economías.


Paro juvenil

A FAVOR. Los indignados, al menos los españoles, tienen razón porque un país cuya población joven está en paro es un país que está cometiendo un suicidio económico, y la ciudadanía estaría catatónica si no protestara.
EN CONTRA. Los indignados, al menos en España, no tienen razón porque no piden tanto una oportunidad para crear riqueza y vivir de su trabajo como que otros paguen -sigan pagando y aun paguen más- para mantener una calidad de vida absolutamente insostenible.


Cambio del modelo capitalista

A FAVOR. Los indignados tienen razón en reclamar un cambio en el modelo capitalista actual porque se ha roto el contrato implícito del libre mercado -en palabras del chino de mi 'todo-a-cien', “tú rompes, tú pagas”- y se han socializado las pérdidas mientras se privatizan los beneficios. Si una empresa es 'too big to fail' -demasiado grande para quebrar-, entonces es 'too big to be'.
EN CONTRA. Los indignados no tienen razón porque, en lugar de propuestas innovadoras y eficaces, defienden exactamente las mismas consignas que convirtieron la mitad del planeta en una inmensa cárcel durante medio siglo, las de la izquierda radical. ¿Alguno se preguntará por qué los cubanos y los norcoreanos, con una calidad de vida mucho peor y cero democracia, no se suman a las manifestaciones del sábado?


Movilización

A FAVOR. Los indignados tienen razón porque, en palabras de Ignacio Escolar, “es completamente inútil quedarse en casa y esperar sentado a que todo se solucione sin más”.
EN CONTRA. Los indignados no tienen razón porque la alternativa no es tocar los bongos en la calle o corear rimas absurdas, sino crear empresas, votar por partidos que rompan la rueda, aceptar sacrificios como adultos y admitir que la riqueza, antes de repartirla, hay que generarla. Es absurdo oír a unos jóvenes que todavía no han aportado casi nada y que disfrutan de un nivel de vida que envidiaría la humanidad de cualquier otra época gritando que las 'corporaciones' les han 'robado'. ¿Cómo podrían, qué podrían robarles?


Propuestas

A FAVOR. Los indignados tienen razón porque no se les puede exigir que una protesta masiva concrete propuestas cuando ni siquiera lo hacen los partidos políticos.
EN CONTRA. Los indignados no tienen razón porque la misma incoherencia cacofónica de sus mensajes hace que cualquier cambio pueda interpretarse indistintamente como un fracaso o como un éxito del movimiento.


Cambio del sistema

A FAVOR. Los indignados tienen razón porque el sistema, tal como está planteado, hace agua por todos los lados.
EN CONTRA. Los indignados no tienen razón porque un movimiento de masas sólo puede quedar en agua de borrajas o transformarse en una revolución. Y si lo primero sería patético, lo segúndo sería dramático.

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